Vigo es una ciudad de tamaño mediano, muy cómoda para vivir. Lo más bonito de Vigo es su ría, que se parece mucho a un lago que se llama Lago Maggiore, en Italia. Cruzando la ría hay un puente llamado de Rande. Yo le llamo Puente de las Haches por su forma. En la ría hay muchas bateas para pescar mejillones.
En Vigo, al atardecer, se pueden contemplar unas hermosas puestas de sol llenas de colores, sobre todo varios tonos de naranja y rosa.
En la zona de las calles Policarpo Sanz y Urzáiz se pueden ver edificios modernistas de principios del siglo XX muy bonitos.
El símbolo de Vigo es un olivo, por eso a Vigo la llaman ciudad olívica. Mi antepasado Manuel Ángel Pereira rescató un olivo centenario de la Colegiata y lo plantó en una finca que tenía en la Puerta del Sol. Años después, mi tatarabuelo José Álvarez Mora lo donó al pueblo de Vigo y lo plantó en el Paseo de Alfonso.
Una de las fiestas populares viguesas es la Reconquista de Vigo y se celebra la victoria de los vigueses al recobrar Vigo de los franceses.
En el puerto a menudo atracan trasatlánticos y a veces incluso barcos de guerra.
Sonsoles MA