Fiesta de la interculturalidad

Para concluir el tema de Cidadanía que trata de la Interculturalidad, celebramos una fiesta-clase en la que leímos algunas redacciones, a modo de conclusión y resumen de lo aprendido en esta unidad. Además llegó el gran momento. Kiko, Sangita, Dani, Lucía y Álex compartieron con todos algo de su país de origen.

Kiko llevó su famoso birimbao, instrumento de sonido curioso, y un postre muy fresquito y buenísimo que se llama "pave". También nos contó algunas cosas de Brasil: su capital, población, selva amazónica...

Sangita situó en el mapa Nepal, nos enseñó la muñeca que se trajo de allí, la bandera con su forma tan especial. Trajo unas tortitas con una masa similar a la de las orejas que se llaman "puri" (y no es la madre de Óscar).

Dani nos habló de Irlanda y de su símbolo: el trébol. San Patricio quería explicar a los celtas el misterio de la Trinidad, pero no lograba que entendieran. Cogió un trébol para explicarles que así como brotaban esas tres hojas, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo eran uno solo. Así, los irlandeses tomaron al trébol como símbolo de la labor pastoral de San Patricio y más tarde como símbolo nacional, por el significado de su obra por esa región.

Lucía y Álex trajeron todo lo necesario para preparar el "mate". Ellos son de dos países separados sólo por el Río de la Plata: Uruguay y Argentina. El mate es una costumbre común entre ambos países, igual que otras muchas. Nos dieron a probar mate amargo y mate dulce (añandiéndole azúcar). Les preguntamos por los nombre del recipiente y ya sabemos que se llaman mate (la calabaza) y bombilla (la pajita).


Lo pasamos muy bien, aprendimos mucho y... no acaba ahí porque pronto saborearemos un "Christmas pudding" irlandés (nos dice Dani) y la "batata" que prepará Alanz cuando hable con su abuela de Santo Domingo (ella tiene la receta). También nos llegarán "arepas" de ¿?, de alguien especial... misterioso... que os quiere mucho.


"El mundo es muy pequeño", dijo Javier. Los países son iguales y diferentes entre sí. Necesitamos disfrutar de la diferencia, aprender unos de otros, respetar. Es una suerte tener la oportunidad de conocer otras culturas, otras maneras de vivir y de pensar.


La profe